BALNEARIO Acapulco sin gente
BALNEARIO
Acapulco sin gente
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Si no ha ido, por lo menos ha escuchado que es uno de los balnearios más visitados de La Vega. De lo rico que saben las tilapias y el moro que sirven en las enramadas; de que las pozas que se forman a lo largo del río Jagüey no son tan bajitas como parecen, que lo que pasa es que el agua es tan transparente y limpia que confunden a cualquiera.
Y seguro también le han dicho del molote de gente que lo visita, al punto de que muchos se devuelven en la entrada.
Pero si va por estas fechas lo encontrará al mediodía así: quieto, sin bulla, verde por todos lados, perfecto para las almas solitarias que no soportan el ruido.
Acapulco en calma es un regalo para los sentidos. El agua fría solo asusta al principio, después: ¡bienvenidos todo tipo de chapuzones!
PARA IR. Desde Santo Domingo, tome la autopista Duarte y doble a la izquierda en el cruce de Los Algarrobos, donde se encuentran las famosas lechoneras. El camino vecinal que conduce a la falda de loma Miranda le llevará directo al balneario. Aproveche la ocasión –porque de todas formas hay que pagar la entrada- y exíjale a los administradores que sean más cuidadosos con los residuos sólidos que se generan en el balneario.
El amplio balneario cuenta con zonas verdes para picnic, pequeñas enramadas donde almorzar y parqueo.
Fuente Listin Diario